23 de enero de 2015

Flores en la oficina.


Hay una situación muy particular que los Godínez vivimos, tal vez no pasa tan seguido pero podría suceder en cualquier momento del año, en especial el siguiente mes de los fieles enamorados…. Flores en la oficina.

Desde que ese arreglo llega al lobby es el tema de todas las mujeres y la machista burla de todos los hombres,  los chistoretes tipo “ayyy, ahorita lo suben a mi lugar” empiezan a escucharse y es que de verdad creo que se sacan un diez los novios, esposos, amantes que envían flores a la oficina porque es la manera de decir “te amo y no me da pena que se den cuenta”  y eso hace sentir muy especial a cualquier mujer, claro, hay quienes con sus arreglos dicen “te amo, eres la mujer perfecta” y otros que están diciendo “tiiiii amooo, estas re sabrosa”, porque ciertamente el arreglo que envíes nos dirá mucho del príncipe  o del mendigo que tiene Chuchita por novio (he llegado a ver arbustos de rosas entrar por esa puerta).


Cuando una compañera de oficina recibe flores se siente de lo más especial, se pavonea por todos lados y todo el piso domina que ella es la afortunada que tiene quien la quiera y la ame,  lo menos que puede hacer es decir “no me lo esperaba, siempre me sorprende” y subir una foto a Facebook, la verdad es una experiencia muy linda.

Lo interesante es lo que pasa con todas las personas que están cerca de ese escritorio, como mujer lo
único que significa que ella haya recibido flores es que tú no las recibiste, así que tu primer pensamiento es de felicidad con un muchito de envidia y se entiende porque ¿a quién no le gustaría
recibir flores? Y esa situación solo te hace tener ciertos sentimientos y cuestionamientos no tan agradables como: “mm yo ni perro que me ladre”, “¿por qué mi novio nunca me ha mandado flores?” , “a mí nunca en la vida me han mandado flores “ , “algún día me enviare flores yo misma”, “si yo estuviera así de buena también recibiría flores” y todo tipo de pensamientos llenos de poca conciencia, por otro lado, a los hombres también les mueven las ideas, empiezan a pensar si deberían enviarles flores a sus novias o encuentran alguna excusa para pensar que está bien no hacerlo “eso es porque trae la cola entre las patas” “ a mi novia no le gustan esas cosas” etc…

Lo único que nos queda a los que no recibimos este detalle es esperar al final del día y ver la escena final donde tu “pobre” compañera tendrá que ideárselas para meterlas a su carro o desearle suerte si se va en transporte público.


Sin duda le pone un toque de emoción a los monótonos días de oficina que los Godínez tenemos, pero voy a dejar muy claro que creo que es un gran detalle y que todas las mujeres  - incluyéndome – pensamos: !Me encantaría recibir flores en mi oficina!

2 comentarios:

  1. Pues tienes razón, Bárbara. Las que reciben flores se pasean por la oficina para que todos se enteren y las demás ... bueno, alguna vez yo también pensé en enviármelas a mi misma jaja.
    Buen post.
    ¡Feliz fin de semana!

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    1. Erika gracias por tu comentario, y seeeguro a todas se nos ha cruzado por la cabeza!!
      pero ya veras que algún día tu vas a ser la que se va a pasear por la oficina para que todas se enteren que recibiste flores ;)
      te mando un fuerte abrazo!!

      B.

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