26 de enero de 2014

No eres tu, no soy yo... es la ciudad.



Tuve la fortuna de vivir un año en la hermosa Ciudad de México y me atrevo a decir que aprendí más que cuando viví en otros países. Dentro de mi experiencia y la de mis amig@s, que aprecio mucho, me pude dar cuenta de una cosa, las relaciones no funcionan "tan bien" como en la provincia, me atrevería a decir que esto es un hecho porque según estadísticas de la INEGI la edad promedio para casarse en Nuevo León es de 24 años en las mujeres y 27 años los hombres, lo que no me sorprende es como para el DF es de 26 - 30 (y yo conozco un@s que ya se pasaron de los 30's) 

Es impresionante como las relaciones en el DF son tan difíciles de llevar a cabo y la razón
es muy sencilla, no pueden comprometerse contigo por que le son fieles a lo que les ofrece la ciudad.


¿Cómo una mujer que lo único que le ofrece a un hombre en una relación es visto como "restricciones" puede competir contra la ciudad del "pecado"? (región 4 obviamente)

En este tipo de ciudades donde la tentación se vive día a día, desde tus vecinos de edificio, l@s "hotties" que pasean al perro en tu colonia, compañeritos del trabajo hasta los amigos hippies de tu roomie es muy difícil poder concentrarte en "el amor de tu vida".

¿Cómo conservar a tu novio que dejaste en la provincia si te haces amante de la ciudad?
¿Cómo esperas recibir un mensaje de "amor, ya me voy a dormir" si el fin de semana es difícil dormir? solo hay dos opciones, o duermes con él o nunca sabrás con seguridad donde (ni con quién) durmió.

En esta ciudad la mayoría de las personas (que me interesan) son independientes, medianamente exitosas y generalmente bien parecidas... y también, inestables, solter@s, treinton@s y cabron@s.

De esta manera tanto hombres como mujeres estamos destinados a echar a perder cuantas relaciones sean posibles por conservar la única relación que les interesa... La relación con lo que esta hermosa ciudad tiene que ofrecerte.

Pd. fue el mejor año de mi vida. 


B.

19 de enero de 2014

Amores por amantes



¿Cuántos novios has tenido? ¿Cuántos de ellos son amores? ¿Cuántos de ellos son amantes?

Seguramente el número es parecido, creo que en la vida tenemos dos tipos de relaciones, las que son con amores y las que son con amantes, cada uno tiene su función vital.

Me gusta definirlos de la siguiente manera: un Amor es aquel al que aún terminada la relación lo consideras una buena persona, aquel que te dio todo, se involucró con tu familia, te respeto y admiro cada día que estuvieron juntos, ese amor que te permitía ser totalmente honesta y transparente, que recuerdas todos los momentos como si vieras una película en sepia y cámara lenta, aquel que amaste con tanta ternura que si lo volvieras a ver te enamorarías una vez más.

Un Amante, es un ser "ruin" que después de terminada la relación lo quisieras “muerto” (no queremos que alguien muera), esa persona que jamás te dejo ser como eres, que te juzgo y seguramente te mintió en alguna ocasión, aquel con el que sentías pena de ser quien eres, ese al que siempre supiste que no había futuro pero con el que te aferraste más que a nadie, ese que te rompió el corazón.

Sabiendo la diferencia tan notable entre uno y otro, ¿Por qué carajos deberíamos tener amantes en nuestra vida? Muy fácil, creo que en la vida se cambian amores por amantes; Es como un ciclo, no puede haber un amor tras otro, nada puede ser tan perfecto.

Cuando tienes un amor en tu vida, todo es perfecto, inclusive las peleas se hacen con amor, buscando la felicidad del otro, pero tanta perfección asusta, estar en tu zona de confort es muy peligroso y en cualquier momento un amante puede llegar a tu vida a destruir un amor, porque el amante representa todo lo que no tienes: inestabilidad, egoísmo, sarcasmo, irreverencia, aventura, sin compromiso.
Pero, ¿Quién quisiera tener todo esto?... ¡TODOS! (en algún momento de nuestras vidas)


Esa necesidad de aventurarse y probar que puedes tener una relación más arriesgada, es un completo error que todos quieren vivir, lo complicado comienza cuando de verdad dejas un amor por un amante y empiezas a sufrir en tu nueva relación, te das cuenta todo lo que dejaste ir, en algunos casos existe el arrepentimiento, en otros, el aprendizaje.

Definitivamente aprenderás más de un amante que de un amor, porque con un amante lo pierdes todo, empezando por la dignidad, seguido por la autoestima y si estás muy pendej@, hasta el dinero; pero estas lecciones jamás las hubieras aprendido a lado de un amor, ellos solo alimentan tu alma y te hacen ser mejor persona.


Tras vivir una relación con un amante y seguramente quedar destrozad@, la única salvación que tienes es encontrar un amor, quien sanara ese corazón tan roto, quien te devolverá todo eso que perdiste, quien te hará creer en ti nuevamente y evocara ese sueño de casarte y vivir para siempre con el o ella... 

Es por esto que después aventurarte con un amante buscaras sanar con un amor y así sucesivamente...  depende de ti decidir en qué momento dejaras de perder amores por amantes.


B.