28 de mayo de 2015

Las redes sociales están acabando con mi relación.

Daría todo por volver atrás 10 años cuando no existía Facebook o 9 años para que nadie supiera que es un #Trendingtopic , 5 para que no hubiera instagram o ya de perdido 3 para que nadie conociera Tinder. Las redes sociales ya son parte de nuestras vidas, por lo tanto, de nuestras relaciones.

Hace 5, 10 años si tu novio te decía “amor, me voy con mis cuates” pues ni modo, esa era la historia
final y ya… al día siguiente le preguntabas y verificabas la historia que el mismo te había contado.  Hoy si tu novio te dice “amor, me voy con mis compas”  tal vez te sigas esperando hasta el día siguiente para verificar la historia pero para cuando tu novio se despierte y te quiera contar que hizo -según su versión-  tú ya estarás armada con pruebas,  porque desde anoche andas aventando humo porque su última conexión de whatsapp fue a las 03:00am cuando te dijo que llegó a las 2:00am, te causa ruido que a los amigos que fue a ver estaban taggeados en las fotos de un antro, y por si fuera poco… dos meses después te vuelve a salir la duda porque ese último #tbt que puso en instagram es de una fiesta que no te acuerdas que él fue, seguramente fue esa salidita “con sus amigos” y esta historia no solo aplica para novias "locas", también  a los novios "_ponga su adjetivo aquí__"  les pega la loquera.

De verdad creo que las redes sociales pueden volver loco o loca a alguien, te dan toda la tela que necesitas para tejer historias que pueden estar muy alejadas de la realidad y pareciera que solo hacen aún más compleja una relación, suficiente tenemos con nuestros problemas comunes como para aventarnos la plática de “¿Por qué no quieres poner en Facebook que ya andamos?”. Ahora nos sentimos o enojamos si nuestra pareja no quiere ser taggead@ en las fotos, o si no cambia de status o si no puso un hashtag lindo y ni hablemos de si tu prima te dijo que se lo encontró en Tinder porque ahí ya valió queso todo.

Sí, es muy lindo poder contar con estas plataformas para compartir lo felices que somos en pareja, como te la pasaste en tu mini honeymoon y todo lo que “nos” encanta hacer público,  pero en mi experiencia y lo que he podido notar con otras parejas, creo que lo más saludable para una relación es no involucrarse tanto con las redes sociales, mantener los problemas o alegrías en privado, disfrutar los momentos sin tomarse una selfie o salir a comer sin tener que hacer check-in puede hacer que tu relación no tenga tanto drama, intentemos formar una relación exitosa sin necesidad de proyectar una relación exitosa… haciendo esto, de entrada te ahorraras decirle al mundo entero que estas comprometida y hasta te podrías evitar la pena de actualizarlos cuando devuelvas el anillo.




18 de mayo de 2015

La amistad hombre-mujer si existe, pero no es fácil.

Desde mis recuerdos de la pubertad ha existido este difícil cuestionamiento: La amistad entre un hombre y una mujer ¿existe?, tengo amigas que aseguran que no pueden existir y que las que hay seguramente terminaran en una pelea, amor o acostón; por el contrario yo creo que si son posibles y lo digo porque algunas de las personas que más valoro en mi vida son mis amigos… si amigos hombres.

10 de mayo de 2015

Mi mamá se la rifa.

¡Madres!, esas señoras sí que se la rifan... Llega el día de las madres y todos nos aseguramos de que la madrecita la pase increíble, de que reciba sus petunias, sus chocolates, la lavadora automática que tanta falta le hace y de llevarla a comer al restaurante más atiborrado de la ciudad y aunque creo que todo esto está de flojera organizarlo.... En realidad es lo menos que podemos hacer por estas mujeres.

3 de mayo de 2015

Creé al novio perfecto para otra mujer

He conocido a más de una mujer que parecieran tener una segunda profesión: entrenar novios “perfectos”.

Por favor no me malentiendan con la palabra “entrenar”, por más que algunos hombres puedan ser muy “perros” no me refiero a ese tipo de entrenamiento; he notado como hay muchos hombres que
parecieran conocer todos los secretos, tratan a sus novias como si tuvieran una maestría en el entendimiento de la locura, cumplen protocolos que a todas encantan y se mueven en la cama como si leyeran Cosmo, pero estos chicos no llegaron a ese punto por si solos, para llegar ahí tuvieron que haber pasado por una gran mujer, por una entrenadora de hombres.