17 de agosto de 2016

Si quieres ser princesa no te pongas armadura

Cuando el mundo estaba lleno de “princesas” (no me refiero a la realeza), evidentemente, los caballeros eran medidos por sus modales. Estoy segura que muchas de nosotras fuimos educadas para esperar que un hombre nos abriera la puerta, nos pagara la cena y pasara por nosotras a nuestra casa aunque viviéramos en punta de la chingada -exclamó la princesa- .