1 de abril de 2016

El peor date que tuve fue con una empresa.

En el mundo Godín (término popular en México para denominar a los típicos oficinistas o empleados de gobierno) encontrar el puesto ideal en la empresa ideal es tan difícil como encontrar al amor de tu vida. Si tienes la fortuna de trabajar para una empresa con sus herméticos horarios de trabajo,  la estabilidad de un sueldo fijo y eres bueno haciendo lo que haces (o por lo menos eso dices en tu CV) seguramente has sido participante de un proceso de reclutamiento y selección.


- El primer contacto, le gusto -

Todo empieza como un día normal, donde estás muy agusto en tu trabajo,  haciendo bien tus cosas, motivada por los retos que tienes, conviviendo en el pastelito de cumpleaños  y en eso te llega un email a tu correo personal que cambiará tu mundo durante las siguientes semanas…




“Buen día, obtuve tus datos a través de linkedin, me gustaría platicar contigo sobre una vacante en X empresa, estamos muy interesados en tu perfil” 





Y entonces una serie de pensamientos empiezan a fluir dentro de ti… ¿Por qué les intereso? ¿Si me interesa? ¿Me lo habrán enviado solo a mi o a varios? ¿Será más atractivo que donde estoy ahorita? ¿Y si se enteran en mi trabajo actual? Haz de cuenta que el chico que te gustó en una fiesta hubiera conseguido tu teléfono y te hubiera mandado un whatsapp.

-El coqueteo digital-

Y después de ese ego boost creyéndote el Godin más cotizado del planeta, con cabeza fría contestas ese correo “Gracias por contactarme, no estoy buscando moverme actualmente pero estoy abierta a escuchar” ya saben, jugando a hacerte la difícil, obvio nadie quiere a alguien facilote ¿cierto? Ni en la amor ni en el trabajo. Después de cruzar un par de correos y algunas llamadas, ¡por fin! Ya me invito a salir!!!!!, te invitan a una entrevista laboral presencial.

- La primera cita-

Y al fin llega el día pactado, en un horario raro, porque si estas actualmente en una empresa pues la agenda para la amante se pone difícil, así que ahí te ves sacando tus mejores trapitos para verte despampanantemente profesional, ya sabes, con clase pero no abrumadora; atractiva pero no provocadora;  moderna pero no loca, practicando tus temas de conversación que te harán ver como alguien interesante, cuidando las palabras que usas, tu postura, el tono de tu voz y todo porque aún sin saber si estas interesado o no… quieres gustarle.

- La segunda cita, me están dando alas-

Si después de la primera entrevista sigues en la jugada seguramente te invitaran a otras con diferentes dinámicas, es como cuando sales con alguien… la primera vez fue a un café pero después ya es al cine o por unos drinks, igual acá, seguramente te van a pedir que presentes algún caso práctico, asistas a un panel o que expongas algún tema y cuando llegas a ese punto puede ser que te sientas abrumado, porque pareciera que las cosas se están enseriando, cada vez le tienes que dedicar más tiempo y cada vez te sientes más infiel por andar viendo si el pasto es más verde en otros jardines pero también cada vez te sientes más seguro de lo que traes en el morral, digo, si ya te están dedicando tanto tiempo, seguro es porque te amaaaaaaan y no hay nadie mejor que tú, ya te viste recibiendo una oferta que te dejará los ojos en forma de $$.

- Maybe, He/She’s not that into you -

Pero después de 1, 2 ó 3 entrevistas llega un punto donde no sabes en donde estas parada, algo así como cuando te mueres por preguntar  ¿Qué somos?  Y es que todo iba tan bien pero ese “nosotros te contactamos” no ha llegado… oportunamente no te dicen cuándo ni a qué horas, por lo tanto podría pasar en cualquier momento, cada llamada, mail o mensaje que recibas podría ser esa persona (si estoy hablando del de RH) y al principio, bajo el supuesto que eres una persona capaz y simpática tienes la seguridad de que volverán a ti, digo, la pasamos increíbleeee… me dijo que le interesaba mucho mi perfil ¿Por qué no me ha hablado?… y mientras más pasan los días, esa seguridad se empieza a volver un tanto frustración y es que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, en este momento hasta empiezas a querer realmente ser considerado para ese puesto, o sea, si pensabas rechazarlos porque solo andabas sondeando las aguas económicas, pues ya ni ese gustito te van a dar y empiezas a repasar cada palabra y movimiento que hiciste para descubrir donde estuvo el error, te ves tentado en enviar un correo “casual” preguntando ¿Cómo va el proceso?, tu dignidad está en juego y ellos… ni sus luces.

 -El ghosting y la velita prendida -

Y entonces, puede que haya aún esperanza por algún correo que enviaste y que ellos respondieron sin mucho detalle y de repente te encuentras preguntándote: ¿Qué nos pasó? ¿En que nos perdimos? (al son de Reyli), todo es tan diferente ahora, cuando recién te conocieron te enviaban mails diarios y ahora tú eres la que mandas un patético “te escribo solo para preguntar…” y en algunas ocasiones jamás hay respuesta (tachita para los de HR)  pero en otros casos puede que haya una y una muy polite, algo así como: “está detenido el proceso, pero seguimos muy interesados en tu perfil”….  A esto solo se contesta una cosa “Gracias, seguimos en contacto” y listo, digo, sé que les hubieras querido decir algo así como: “no soy tu velita prendida”, “no es cuando tú quieras”, “tú me buscaste”, “te iba a decir que no” etc.

La realidad es que no importa si te batearon, te dejaron esperando o tal vez si te hayan dado un ofrecimiento formal, vivir experiencias como estas dentro de tu vida profesional es gratificante y una oportunidad de aprender, creo que te ayuda a darte cuenta que tanto valor puedes agregar a una empresa y le pones precio (aunque se escuche muy materialista) a tu experiencia profesional.


Al mismo tiempo aprendes a valorar la empresa donde trabajas, porque puedes compararla con otras ofertas, valoras el tiempo que llevas en la compañía y lo que significaría empezar de cero en otro lugar…  sin duda, la vida Godín, así como el amor… no es fácil.



No hay comentarios:

Publicar un comentario