Tengo
un objetivo… mejor aún... Tengo una oportunidad.

Soy fanática de las TED Talks, amo
estas pequeñas pero inspiradoras conferencias y como a mí me apasiona poder compartir mis
ideas y que el mundo pueda sentirse identificado con ellas (¿Yo Bárbara?) dar
una TED Talk (TEDx jaja paso a pasito) forma parte de mi bucket list.
Hace un par de días salió una
convocatoria por parte de TEDxMexicoCity donde te invitaban a hacer un post en Facebook exponiendo el tema que te gustaría compartir
y el que más likes obtuviera iba a poder participar en el
filtro de expositores. Una oportunidad que no podía dejar ir.
Un
like… ¿Que tan difícil puede ser?
Al principio pensé que no era algo
tan complicado… todo el tiempo veo posts, fotos, videos con cientos y miles de likes ¿Por qué yo no podría? Primero confié
en que mi tema y mi redacción eran lo bastante poderosas para ganchar al
público, “esto se dará solo” pensé. Cuando empecé a analizar a mi competencia
fue el primer balde de agua fría, me llevaban 300 likes de ventajas y sus textos eran
realmente buenos, inclusive había uno con contenido digital, fue ahí cuando mi
determinación por conseguir algo que realmente quería, salió a flote, si quería
tener 400 likes (esta fue la primera meta que trace en mi cabeza) tenía que dar un poco de mí. Fue ahí donde decidí recurrir a
mis 900 amigos de Facebook, si están ahí es porque existe una conexión entre
nosotros y deberían conocerme lo suficiente para saber cómo me apasiona este
tema… ¿no?
¿Con
quién vivo gooooey?
Mi segundo balde de agua fría cayó
cuando me di cuenta lo difícil
que era contactar a cada uno de esos 900 “amigos” por inbox mas allá de tomar la decisión de
incomodarlos y mendigar pedirles su like tenía que encontrar la manera de
contactarlos a todos, resulta que Facebook tiene limitados los destinatarios y la
cantidad de inbox que puedes enviar por día, tal vez por
hora. De repente me encontraba consolidando una base de datos de mis “amigos”
en facebook y filtrando por gente que no me sentía
cómoda pidiéndoles ese tipo de favores, que en realidad no sabía quiénes eran
o que simplemente eran negocios de vestidos o artesanías.
Probé
el cariño… sabía a cientos de likes
Una vez que empecé a bombardear a
todos por inbox diciéndoles lo importante que era para
mí su ayuda, la magia empezó a fluir… de repente mi celular no dejaba de sonar
y comentarios de gente que se emocionó al saber en lo que me estaba metiendo me
daba ánimos, la cifra empezó a crecer rápidamente 30, 50, 80, 120, 210 likes era algo sorprendente de repente uno
que otro share se manifestaba y yo sentía como Facebook me iba a permitir lograr mi objetivo,
ya saben, yo ya me imaginaba entrando al escenario y todos murmurando “ella es
la expositora sorpresa, la que el público eligió” el resto de ese día fue pura
gozadera, los likes no dejaban de llegar y las palabras de
aliento salían a relucir y claro, las personas que realmente me conocen se
manifestaron y me sentí muy afortunada por tenerlos en mi vida.
A la
mañana siguiente todo cambia, tu alcance de difusión es limitado…
¿Qué
más puedes hacer?
Tenía solo un día más para ganar
este concurso y con todo el empoderamiento del día anterior mis ánimos estaban
por los cielos, me acercaba cada vez más a las cabezas y dejaba atrás a mis
otros contrincantes pero poco a poco se me acababan los recursos ¿De dónde carajos iba a conseguir 300 likes más? Para este momento el tercer balde
de agua fría cayó, si quería ganar tenía que subir la cifra y ya hablábamos de
unos 700 likes… por lo
menos. Intenté contactar personas influyentes en el mundo digital para que me
ayudaran, un fracaso, no los culpo yo también soy selectiva con lo que comparto
a través de la fanpage de este blog, pero tenía que
intentarlo, un share de ellos
podría haber sido el boost hacia la victoria. Recurrí a otras
redes sociales, instagram, twitter, ¡Vaya! Hasta en google
+ lo publiqué y creo que esto fue lo que me mantuvo a flote las siguientes
horas.
¿Hasta
dónde piensas llegar?
Las últimas horas del ultimo día
fueron las más reveladoras, ya no tenía recursos, por mi mente pasó varias
veces la idea de comprar votos, $8 - $10 dólares no le hacen daño a nadie…
afortunadamente, la vergüenza fue más grande. Descubrí otro método más “legal” resultó que existe gente tan
necesitadas de likes como yo, en todo el mundo, así que
empecé a registrarme en grupos onda “like 4 like” donde a modo mercado todos
publican las fotos que concursan para ganar cualquier cosa, desde fiestas de XV
años, balones de futbol, entradas a conciertos, arte, cenas románticas hasta
autos y cámaras profesionales, todos ahí publicando las fotos de sus hijos o
perros con el propósito de conseguir un pulgar arriba de meros desconocidos. (Ahí
me encontré a algunos de mis contrincantes jaja)
¿Esta
es la manera en que quiero conseguir mi objetivo?
Y ahí estaba yo, dando likes a diestra y siniestra con tal de que
le dieran like a uno de los pensamientos más
profundos que tengo y de repente el cuarto balde de agua fría cayó justo cuando
le daba like a la fanpage de unos jugos en Suiza ¿Realmente vale
algo mi like para el dueño de ese negocio? No
planeo ir a Suiza pronto y definitivamente no comparé su jugo…. Cuando voltee
la situación y me pregunté ¿Realmente merezco ganar con el apoyo de gente que ni
siquiera se tomó el tiempo de leer el post? Hubo
un momento donde ya no me interesaba que la gente quisiera saber más del tema
que proponía, simplemente quería sus likes, daba igual si ni español hablaban.
¿Qué
hice de mi vida las últimas 48 horas?
Al terminar el día llevaba
alrededor de 790 likes, si
quería ganar mi nueva meta estaba ya en los 1,300. Ya con la resignación de que
a menos que Shakira le diera share a mi post, el destino estaba escrito,
alguien que pudo conseguir 500 likes más que yo estaría cumpliendo mi
sueño. La verdad, ya no me importó, cuando empecé a reflexionar sobre lo que
había vivido y sentido las últimas 48 horas, no valía la pena llegar a la meta,
no de esta manera, chequeé tantas veces facebook, instagram y twitter que mi celular prácticamente estuvo
conectado a la corriente todo el tiempo , desarrollé una ansiedad que nunca
había experimentado centrada en algo inexistente, me apegué a interacciones que se
sintieron reales solo porque yo misma las manufacturé, deje que mi estado
emocional fuera tan volátil como el clic de cientos de personas y muchos de
ellos no tenían idea de lo que significaba para mí subirme a un escenario y
platicar de lo que me apasiona, en realidad no pasé ni un solo minuto de ese
día en el mundo real.
¿Y
ahora?
La realidad llegó, no gané… a nadie
le gusta perder y ¡claro que me hubiera gustado ganar! pero la verdad es que solo
perdí unas cuantas horas de vida y una oportunidad, hasta ahora nadie me ha
quitado las ganas que tengo de cumplir mi objetivo y no quitaré el ojo de la
bala hasta lograrlo, la única diferencia es que cuando llegue a subir a ese
escenario con sus atractivas y prominentes letras rojas brillantes será porque
los organizadores me invitaron a hacerlo.

Pd. Dedico esta entrada a todas las personas que
se tomaron el tiempo y me regalaron un espacio en sus vidas y redes sociales
para apoyarme, estoy profundamente agradecida y me siento muy afortunada de
tenerlos en mi vida.
Me encanta todo lo que escribes Bárbara me inspiras muchísimo a seguir haciendo lo que más me gusta en la vida, mucho éxito y la mejor de las vibras en todo, un abrazo!!
ResponderEliminarAna! me encanta saber que sabes lo que te gusta de la vida y estoy segura que siempre lo conseguirás! te mando un abrazo y todo mi agradecimiento por leer este blog y tomarte el tiempo de comentar!!!
EliminarAjajaj que grandes horas! Me encanta leerte!
ResponderEliminarY bien jugado y aprendido!
Y yo digo si no es en TED puede ser otro lugar igual de bueno para irte a escuchar, aprender y divertirnos! Venga 👏👏 para la siguiente aventura!
Haya sido como haya sido, neta muchas felicidades, colega :D Yo es que en realidad no sé bien de qué trata todo esto (perdón), pero tu texto participante lo sentí con tanta pasión. "No hay prisa de llegar [...] no te dejes vencer" (Tungas) ¡Éxito y bendiciones!
ResponderEliminarHaya sido como haya sido, neta muchas felicidades, colega :D Yo es que en realidad no sé bien de qué trata todo esto (perdón), pero tu texto participante lo sentí con tanta pasión. "No hay prisa de llegar [...] no te dejes vencer" (Tungas) ¡Éxito y bendiciones!
ResponderEliminarEstá padrísimo tu artículo o post o como se le llame. Nos cuentas tu experiencia desde tus angustias y aspiraciones y terminas diciéndonos cuál es tu verdadera aspiración. Pero hay un tema que siempre está flotando alrededor de tu experiencia. ¿Por qué nos sentimos mejor a partir de reconocimientos irreales e irrelevantes? Quizá lo digo desde mi experiencia donde sin tener un objetivo material, como tú la exposición, me he angustiado por los likes que puedan recibir cuentos que pongo en fb, y muchas veces no sólo eso, también publicaciones de comentarios pequeños y hasta fotos. Me recuerda a todos los adolescentes y no tan adolescentes que suben las 10,000 selfies con duckface. Creo que las redes sociales nos están haciendo personas cada vez más inseguras. ¡Gracias por hacerme reflexionar tanto con tu artículo o post o como se diga! No dudo que tengas una gran capacidad de conferencista.
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