Creé al novio perfecto para otra mujer

He conocido a más de una mujer que parecieran tener una segunda profesión: entrenar novios “perfectos”.

Por favor no me malentiendan con la palabra “entrenar”, por más que algunos hombres puedan ser muy “perros” no me refiero a ese tipo de entrenamiento; he notado como hay muchos hombres que

parecieran conocer todos los secretos, tratan a sus novias como si tuvieran una maestría en el entendimiento de la locura, cumplen protocolos que a todas encantan y se mueven en la cama como si leyeran Cosmo, pero estos chicos no llegaron a ese punto por si solos, para llegar ahí tuvieron que haber pasado por una gran mujer, por una entrenadora de hombres.

Aquella chica que decidió “rifársela” con el que no tenía ni idea que era una relación, quien le enseñó los detalles que una pareja debe tener, lo introdujo al complejo mundo de la convivencia con la familia política, a lo divertido que puede ser salir de antro/fiesta/bar en pareja, a los regalos y festejos de aniversario que no se deben pasar por alto y demás “tonterías” que hacen que una relación funcione, ella le enseñó que las mujeres pueden volverse locas con comentarios que ellos ni se dan cuenta y que el  pudor se deja en la oficina porque la intimidad es una pieza importante en una relación, gracias a ella el sabe que camisas usar y que dejarse la barba lo hace ver super hot,  afortunadas quienes logran conservar al hombre que empezó sin saber ni como tomarte de la mano y se convirtió en la gran pareja que es hoy en día, pero no siempre es así a veces se “crea “al hombre perfecto… para que alguien más lo disfrute.

Es como dicen “alguien tiene que hacerlo”  o “que lo hagan ellas” cualquiera de los dos aplica, si te tocó ser quien le enseñara al galán como ser un verdadero hombre en una relación, ni modo, nadie te asegura que será tu hombre para siempre y esas horas y sentimientos que invertiste nadie te los devolverá y al paso de los años lo veras andando o casándose con otra mujer quien disfrutara todo lo cool que tú le enseñaste a ser; pero hay tiempo para todo y creo que todas las experiencias nos dejan cosas buenas y si no estoy equivocada la lección más grande que podemos aprender cuando formamos al hombre ideal es que nos damos cuenta que es lo que queremos para nosotras o pensamos merecer, así cuando el ciclo se cumpla llegará un tipazo que entienda como debe hacer las cosas y no podrás entender cómo pudiste haber tenido tanta suerte al encontrarlo, pero después de leer esta nota, sabrás que es muy probable que detrás de ese “profesional” hubo una gran mujer que se la rifo con el “novato”.