22 de abril de 2015

Demasiado drama

“No estoy yo para contarle ni usted para saber” así empezó la Señora Sara (encargada de limpieza) a contarme su historia… antes de eso yo estaba frente a mi computadora matando el tiempo a la hora de la comida como típico “Godín” sin amigos y mi principal preocupación era una serie de preguntas que ahora considero realmente vacías: ¿Por qué mi ex se convirtió en mi ex? ¿Por qué no me gusta el tipo que realmente quiere algo serio conmigo? ¿Por qué no quiere algo serio conmigo el tipo que me gusta? ¿Estará mal que a mis 26 años me sienta cómoda estando soltera? …


Y de pronto la señora Sara llegó, regresemos a esta historia, yo no sé si se sintió en confianza o realmente sentía una necesidad de contarlo a diestra y siniestra pero al borde de las lágrimas me contó que su hija quien escapo de su casa hace 6 años, había vuelto, ya tiene 23 años y está “juntada” con alguien en Xochimilco, de esto y más detalles (vivió en el gabacho, estuvo secuestrada, tiene una nieta) se enteró apenas el lunes y contába los días porque el domingo la iba a ver, cuando me comentó esto mi primera reacción fue preguntar ¿¡¡Por qué hasta el domingo?!! Y ella muy tranquila me dijo “pues porque es mi día de descanso no puedo faltar porque me descuentan los días”.

Y ahí me cayó el 20 de que incontables veces hacemos una tormenta en un vaso de agua, le cantamos al drama como si fuera el último single de Taylor Swift,  nos preocupamos por temas tan mundanos que olvidamos que tal vez son más simples de lo que parecen y no sé si es por ocio o por llamar la atención o por querer darle algo interesante a nuestros temas de conversación, pero a veces creo que abusamos del drama, desde pubertos cuando poníamos nuestro CD (cassette para los más grandecitos) con Arjona, Panda,  Radiohead o inclusive Metallica y ahora más grandecitos publicando status en Facebook estilo “De lo único que me arrepiento es de haberte dado mi corazón”.

No pretendo menospreciar los problemas de cada quien, ni usar los problemas de los demás para hacernos sentir mejor… me queda claro  que la deuda que tienes,  el cuerno que te ponen o tu falta de amigos en el trabajo son temas muy relevante en tu vida, pero creo que si nos relajamos un poco (o mucho) no nos preocuparíamos tanto, nos ocuparíamos en temas más importantes y solucionaríamos más fácil nuestros problemas, es más, creo que podríamos darnos cuenta que  la mayoría de nuestros problemas no deberían ser llamados así.


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