Estar en la vida de alguien significa compartir todo de sí
mismo y de la otra persona, su familia será tu familia, sus hobbies serán los
tuyos, su felicidad la vivirás con él/ella y sus amigos… ¿serán tus amigos?
Existe una incómoda situación en toda relación donde la existencia de otra
persona/actividad/cosa te hace sentir como un niño chiquito que no quiere
compartir su juguete, me refiero a ese grupo de amigos que te roba a tu galán
cada fin de semana, el jefe que explota a tu mujer y la hace ir sábados y
domingo, el “mejor amigo – casi hermano” de tu novia, la ex novia con
pocos modales que no deja de aparecer, el nuevo mejor amigo de tu mejor amigo, el mundial, call of duty, football fantasy,
NFL y todo lo que use armas o balones y salga en una pantalla..

Si nos sentimos con la facultad de hacer esa pregunta,
seguramente es porque nos han otorgado algún tipo de poder donde creemos que
podemos elegir lo que es bueno o no para el otro, claro, pensando también en el
beneficio propio y aun que la primera reacción sea “estás loco” o “estás loca”
cuando intentas prohibir una amistad o cuando das a escoger entre una persona o
u otra, curiosamente es muy probable que cedan (o mínimo mentirán al respecto) a tu
petición, porque al final de cuentas ellos te dieron ese poder y es probable
que en algún momento sientan los mismos celos y lo usen en tu contra.
B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario