
Los aeropuertos son eso que llaman: punto de no retorno, porque cada persona que se encuentra en un aeropuerto es por decisión propia y justo ahí, en ese blanco lugar, con tiendas caras, Starbucks por doquier y carne seca es donde te das cuenta que estas dejando a alguien o a algo y si un día decides volver y no sigue ahí, pues ya sabemos quién fue el primero en irse.
Los viajes son un arma de doble filo, porque efectivamente estas dejando algo, pero a donde vayas, seguro encontraras algo nuevo, en mi caso siempre encuentro nuevos amantes y dejo viejos amores (afortunadamente también hay viajes de regreso donde los amantes se hacen viejos y los dejas jaja) en cada viaje he encontrado grandes amigos, hermosas ciudades, diferentes costumbres, cientos de oportunidades y excelentes experiencias, es decisión de cada quien saber cuándo vale la pena encontrar todas esas nuevas cosas y cuando hay que quedarse con lo “viejo”.
Así que si sabemos que todos estamos en la misma solitaria situación cuando estamos en un
aeropuerto, si sabemos que en esa mesa de cuatro no estamos esperando a nadie más, porque no nos acercamos y hacemos que esa hora o más de espera se pase más rápido para ambos, quien sabe, tal vez podría terminar en una buena amistad o en un fugaz amor...
Hagamos la vergüenza a un lado y dejemos de resguardarnos en nuestras lap top (escribir en un blog) celulares y libros, a ningún extraño le caería mal un poco de platica en su punto de no retorno.
B.
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